PATRICIA DÁVILA
21 DE ENERO DE 2012
REPORTAJE ESPECIAL
MÉXICO, DF (Apro).- Los detectores moleculares ADE651 y
GT200, empleados por el gobierno mexicano para localizar cargamentos de droga,
armamento y explosivos en aire, mar y tierra, son aparatos
"fraudulentos", una "burla" a la inteligencia y un riesgo
para la seguridad nacional. En realidad no detectan nada.
Casi 2 mil de estos detectores moleculares fueron comprados
en 2007, al inicio de la administración de Felipe Calderón. El Ejército y la
Marina anunciaron la adquisición de un instrumento capaz de detectar a varios
kilómetros hasta un nanogramo —una milésima de millonésima de gramo— de
prácticamente cualquier sustancia ilegal y de armas de uso exclusivo de las
Fuerzas Armadas. En resumen, tenían un arma "mágica" contra el narco.
Por medio de la prensa, el Ejército ha atribuido cuantiosos
decomisos de droga y armas al GT200 y al ADE651, y los han empleado para
justificar cientos de cateos. De hecho, su uso ha provocado cerca de 500 quejas
en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos e incluso algunos juicios
penales contra la Secretaría de la Defensa Nacional.
Ahora el doctor Luis Mochán Backal, ex presidente y actual
investigador de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), dice a Proceso que, después de muchas
dificultades, sometió al GT200 a una prueba. Hoy está convencido de la
inutilidad de los aparatos. Relata:
SÓLO PLÁSTICO
"Me enteré de estos detectores en marzo de 1999, en
Atlanta, Estados Unidos, durante una charla en el Congreso de la Sociedad
Americana de Física. Acudió Games Randy, famoso por denunciar la seudociencia.
Él fundamentó la falsedad del Quadro Tracker, uno de los primeros detectores
moleculares".
El Quadro Tracker, adquirido por corporaciones
estadounidenses como la Patrulla Fronteriza, era similar a una pistola de
plástico con una antena giratoria. El aparato tenía ranuras para insertar
tarjetas intercambiables, según lo que se quería detectar: drogas, armas y
hasta criminales o inmigrantes ilegales. Los vendían en 2 mil dólares.
Cuando Randy hizo una prueba, cortó en pedazos el artilugio
y vio que adentro no había nada: ni fuente de poder ni componentes
electrónicos. Era un pedazo de plástico.
Los fabricantes pregonaban que las tarjetas contenían la
"esencia" de la "sustancia" por detectar capturada en
cristales de carbón. Esta terminología ocultaba un procedimiento inverosímil:
para buscar mariguana, fotografiaban una planta y luego la fotocopiaban para
carbonizarla y laminarla en forma de tarjeta. De igual forma, carbonizaron la
foto de un indocumentado mexicano para detectar migrantes...
Cuando Randy evidenció el engaño, los fabricantes
argumentaron que él no tenía capacidad científica para juzgar el funcionamiento
del aparato. A fin de comprobar si funcionaba, Randy hizo una prueba
"doble ciego": una persona oculta una sustancia por detectar sin que
nadie más sepa dónde se halla. El operador del Quadro Tracker jamás encontró la
sustancia.
LE CAMBIAN NOMBRE
Pese a ello, el investigador no captó el interés de las
agencias gubernamentales de Estados Unidos hasta que un ex agente del FBI
compró una franquicia y empezó a vender Quadro Tracker. Esto irritó al FBI, que
mandó el aparato a un laboratorio del Departamento de Energía para someterlo a
pruebas. Al comprobar que no funcionaba, prohibieron usarlo y venderlo.
No obstante, poco tiempo después se empezó a producir en
Inglaterra, con el nombre de Molle. Hasta ahora existen más de 10 generaciones
de detectores y cada vez que se denuncia el fraude sale a la venta uno de
distinto nombre. Prosigue el doctor Mochán:
"De pronto, 11 años después, en marzo de 2010, por
e-mail recibí una revista de ciencias que edita un ex presidente de la Sociedad
Americana de Física. Traía la noticia de que México había comprado 500 aparatos
ADE651 y GT200 a 20 mil dólares cada uno. Le di seguimiento y resultó que la
compañía que los vendió es la Global Technical (GT), que los distribuye en
México a través de la empresa Segtec".
Se enteró de que el gobierno de Irak usaba estos aparatos
para detectar explosivos, pero frecuentemente explotaban carros-bomba que
mataban a mucha gente, incluidos soldados ingleses. La BBC de Londres hizo una
investigación y denunció que los detectores eran fraudulentos. El gobierno
Inglés prohibió su exportación a Irak y Afganistán para proteger a sus tropas.
También avisó del engaño a otros gobiernos que los compraron, entre ellos al de
México.
"El gobierno mexicano no sólo ignoró la alerta, sino
que los siguió comprando. Los datos oficiales que tengo apuntan a cerca de mil
detectores, por los que pagaron 360 millones de pesos", señala Mochán.
NO DETECTA NADA
NO DETECTA NADA
"Lo que hice fue calcular el campo magnético generado
por un kilogramo de un material ferromagnético a 10 metros y encontré que es
miles de veces más pequeño que el campo magnético de la Tierra. Por lo tanto,
detectar un kilogramo del imán más poderoso que se le pueda ocurrir sería muy
difícil a 10 metros, cuando el detector molecular pretende detectar nanogramos
a miles de metros. La señal sería como 10 a la 20 veces (1 seguido de 20 ceros)
menor que lo que produciría el material ferromagnético a 10 metros. No detecta
nada".
En el instructivo se especifica que si el operador está
cansado o agitado no debe usar el "detector": "¡Si buscan a un
criminal no sé cómo le hacen, porque seguramente el corazón se le acelera! Si
están tomando medicamentos tampoco debe usarlo porque los medicamentos pueden
enlazarse ‘energéticamente’ con la antena y provocar que señale para donde no
debe".
Según los fabricantes, el aparato no usa fuente de energía
pero no la necesita porque se carga con "la energía electrostática del
cuerpo humano". Pero, aclara Mochán, "el cuerpo humano es un
conductor y en un conductor no puede haber campo electrostático. Los
fabricantes inventan términos".
La preocupación de la AMC llevó a su presidente, el doctor
Arturo Menchaca, a enviar una carta al titular de la Sedena, Guillermo Galván
Galván, el 4 de abril de 2011. Le informó que los detectores no funcionan y le
ofreció la colaboración de la AMC para someterlos a una prueba de "doble
ciego". El 30 de junio, el general de brigada del Estado Mayor Édgar Luis
Villegas Meléndez respondió que el GT200 funciona de maravilla. "No es
posible acceder a su solicitud —agregó el militar— debido a las obligaciones
jurídicas del contrato de adquisición con la empresa, que prohíbe cualquier
tipo de pruebas".
Esto sorprendió al investigador: "O sea que la
seguridad nacional está supeditada a un contrato que jamás debió firmarse. He
conversado con físicos de la Facultad de Ciencias de la UNAM, contratados por
la Sedena, y opinan que el aparato es un fraude, pero no les hacen caso".
ALTO RIESGO
"Si vemos el instructivo —continúa Mochán—, el aparato
es genial porque se curan en salud cuando señalan que no debe hacerse ninguna
consignación con este aparato, que se requiere evidencia adicional. Claro,
porque el detector no es evidencia. En principio, según el instructivo, no debe
de usarse si no va acompañado de un perro o de un compañero que haga la
búsqueda. Y los éxitos son del operador y del perro.
"Estoy involucrado en juicios penales en los que, de
acuerdo con la Sedena, el GT200 detectó sustancias prohibidas y municiones de
uso exclusivo del Ejército en una vivienda. Por eso catearon el domicilio. En
uno de los juicios, donde el perito es un colega, la juez ordenó a la Sedena
que sometiera al GT200 a una prueba de ‘doble ciego’".
La Sedena envió a dos soldados expertos en el uso del GT200
con uno de los aparatos y suficiente cantidad de sustancias que supuestamente
puede localizar. La prueba se hizo el 21 de octubre de 2011 en la AMC. El GT200
no detectaba nada y los militares preguntaron si los vecinos estaban tomando
medicamentos. Incluso hicieron sacar del salón de prueba la mesa del café,
porque podía "falsear" la prueba al momento de buscar anfetaminas…
Mochán sonríe: "Me parece absurdo, pero no puedo decir
el resultado de la prueba hasta que la juez dictamine, ya que puedo perjudicar
a la defensa".
—La prueba confirmó su teoría sobre la falsedad del
detector, de lo contrario no daría la entrevista —comenta la reportera.
Dice sonriendo: "Sólo en la CNDH hay cerca de 500
juicios involucrados con este aparato. En la recomendación general 19, emitida
el 5 de agosto de 2011, la comisión señala que ‘el GT200 ha sido empleado en
numerosas ocasiones por el personal de las fuerzas armadas como medio que
cuadyuva en sus investigaciones y operativos en la lucha contra la delincuencia
organizada’. Menciona que el gobierno de la Gran Bretaña prohibió la
exportación del ADE 651, para proteger a sus soldados".
PAGARON SIN VER
En 2009 Andrés Tonini, escritor de ciencia ficción, solicitó
a través del Ifai información acerca de las instituciones que adquirieron
detectores moleculares ADE651 y GT200, de Global Technical. La respuesta es
preocupante:
En 2008, el 15 de julio, el ISSSTE adquirió uno por 379 mil
500 pesos; Pemex, en noviembre, compró ocho para el Complejo Procesador de Gas
(CPG) Nuevo Pemex, CPG Área Coatzacoalcos, CPG Reynosa y CPG Arenque, adscritos
a la Subdirección de Producción; cada uno le costó 425 mil 154.28 pesos. En
diciembre Pemex Petroquímica adquirió cinco, a 464 mil 756.40 pesos cada uno.
La Subdirección de Seguridad Industrial y Protección Ambiental tiene 41 pero no
dice su costo. Pemex Exploración y Producción informó que sus 35 GT200 le
costaron entre 435 mil y 609 mil pesos por unidad.
En la respuesta a la solicitud 0000700057809, la Sedena
señala que adquirió 521 equipos en 2007 y en 2008 a 286 mil 740 pesos la pieza.
Ante la solicitud 0000700152310, informa de 742. En el mismo periodo, la Semar
firmó contrato por 102 unidades pero no menciona el precio. De acuerdo con
Pemex y la Semar, ésta se encargó de probar los equipos de ambas instituciones.
En el Ejército y el ISSSTE no hubo pruebas.
También los adquirieron los gobiernos de Chihuahua, Colima,
Distrito Federal, Tabasco, Guanajuato, Michoacán, Sinaloa, Oaxaca y Yucatán.
El doctor Mochán fue invitado a participar en juicios
penales donde el aparato fue usado por la Sedena como evidencia, por lo que
obtuvo la información que usan los operadores.
La teoría de funcionamiento del aparato que la Sedena
manifiesta en el juicio es falsa. Por ejemplo, afirma que esto es capaz de
detectar hasta un nanogramo –la milésima de millonésima de gramo– de una lista
enorme de sustancias porque es programable gracias a unas tarjetas
intercambiables, una para cada sustancia a detectar a una distancia de 5
kilómetros en aire. De acuerdo al instructivo, lo detecta a partir del campo
paramagnético y del campo diamagnético que generan las sustancias.
Fuente original: http://www.proceso.com.mx/?p=295642,
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¿Te quieres reir un rato?
http://placebo-balance.com/
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A mi me pareció muy interesante la lectura y a la vez graciosa ya que es increíble la manera en la cual la compañía Global Technical nos quizo ver a la cara, pero me resulta más impresionante que a pesar de que el doctor Luis Mochán Backal presidente de la Academia Mexicana de Ciencias de la UNAM!!dijo y confirmó que ese aparato no servía y que era realmente una estafa, a y no conforme con eso a pesar de que en el FBI en Estados Unidos también lo supieron (ellos sí evitaron su compra y venta); México no hizo el mínimo caso y continuó comprando y empleando dicho instrumento arriesgando la "tranquilidad" y "seguridad" del país. Que tiene realmente el gobierno en la cabeza?
ResponderEliminarPues este articulo pone a reflexionar de como es la gente de inconciente en Mexico y las empresas (global technical) siempre les quieren ver la cara a la mayor parte de la poblacion que se deja llevar por no saber si en realidad funciona o no y como dice Rubi Lo mas impresionante es que un Doctor de la UNAM confirmo que eso preducto NO SERVIA!!! y que solo les estaban viendo la cara a los clientes mientras que en E.U se prohibio su venta para seguridad del pais y de sus habitantes.
ResponderEliminarMe parece muy gracioso como el gobierno mexicano a pesar de las advertencias y pruebas ya hechas en otros países se atrevieron a comprar un pedazo de plástico en 609 mil pesos, este dinero bien pudo ser ocupado para fomentar la educación en el país construyendo más escuelas o impulsando los proyectos e investigaciones nacionales :(
ResponderEliminarObviamente la Sedena no se iba a dejar ver qué son unos incompetentes por eso dijeron que si era efectivo, como siempre puro ocultar la verdad
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