jueves, 2 de mayo de 2013


El Caracol y el rosal



Hans Christian Andersen



Erase una vez un jardín en cuyo centro crecía un rosal todo lleno de flores, y a su abrigo vivía un caracol. Un año más tarde el caracol se hallaba tomando el sol casi en el mismo sitio que antes, mientras el rosal echaba capullos. El caracol sacó medio cuerpo afuera, estiró sus cuernecillos y los encogió de nuevo. No había nada nuevo, el rosal seguía dando capullos, y así lo hizo el verano y el otoño. Cuando llegó el invierno el rosal se inclinó hacia la tierra; el caracol se escondió bajo el suelo. Luego comenzó una nueva estación, y las rosas salieron al aire y el caracol hizo lo mismo.
El caracol le decía al rosal: -Ya eres viejo, has dado al mundo lo que podías dar. Pronto no serás más que un palo seco…
¿Te preguntaste alguna vez por qué florecías y cómo florecías, por qué lo hacías de esa manera y de no de otra?- . 
El rosal se asustó porque nunca había pensado eso y respondió: -Florecía de puro contento. De la tierra, allá abajo, me subía la fuerza. Sentía una felicidad que era siempre nueva, y así tenía que florecer sin remedio. No podía hacer otra cosa.
Me lo daban todo. Pero tú tuviste más suerte eres una de esas criaturas que piensan mucho, y se proponen asombrar al mundo algún día-.
-El mundo no existe para mí. Bastante es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo-dijo el caracol.
–Pero todos debemos dar los mejor de nosotros. Es cierto que no te he dado sino rosas; pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú al mundo? -
–Yo lo escupo. ¿Para qué sirve el mundo? No significa nada para mí. Anda, sigue cultivando tus rosas; cada uno tiene su público, y yo también tengo el mío dentro de mí mismo-. Y con estas palabras, el caracol se metió dentro de su casa y la selló.
Pero el rosal no podía esconderse por mucho que lo intentara. Pero recordaba que una vez una madre guardó una de sus flores en su libro de oraciones, y una bonita muchacha se prendió otra al pecho. Aquello era una bendición. Los recuerdos de su vida. Y el rosal continuó floreciendo, mientras el caracol dormía dentro de su casa. El mundo nada significaba para él.
Y pasaron los años. El caracol se había vuelto tierra en la tierra, y el rosal tierra en la tierra… Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos.
¿Empezamos otra vez nuestra historia desde el principio? No vale la pena; siempre sería la misma.
Tomado de: http://cuentosinfantiles.org.mx/el-caracol-y-el-rosal/ : Se respetan los derechos de autor. Su publicación es con fines de divulgación.
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Actividad - Cuestionario-



  1. ¿En este cuento encuentras algún evento que se puede aplicar a la plaga que hemos encontrado en nuestro nopal?
  2. ¿En qué época del año se observan caracoles en los jardines?
  3. ¿Porque se da ese evento?
  4. ¿Que ocurre el resto del año con los caracoles?
  5. ¿Donde estan?
  6. ¿Que estrategia crees que usan los caracoles para mantenerse durante la época en las que no se les ve "caminando" en los jardines?
  7. ¿ Que pensarias si te encuentras un caracol en esa temporada?
  8. ¿Se mueve?
  9. ¿Cual seria tu diagnostico?
  10. Si quisieras que "caminara" con base en la historia o a tu experiencia ¿Que harias? Explica y justifica-
  11. Ahora bien de nuestra plaga:
  12. ¿Has visto algún insecto de los que estamos estudiando con movimiento?
  13. ¿Cual podría ser la analogía con el caracol?
  14. Describe brevemente una estrategia para estudiar a nuestra plaga con base en las preguntas anteriores.
  15. Esta característica podría ser útil para eliminar a la plaga o sería una desventaja. Justifica tu respuesta.

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Ya casi con un pie en licenciatura =)


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