martes, 31 de enero de 2012

Homenaje biológico a Mickey Mouse


El tema es evolución así que para que continuemos con el tópico, tenemos un ejemplo de como un biólogo evolutivo como Stephen Jay Gould realizó un análisis a un personaje por todos conocido. El ratón Miguelito como lo conocen en España.

Encontré dos enlaces en Scribid. Uno que sí esta digitalizado y el otro es un escaneo del libro.

La actividad consiste en leer el ensayo de Gould y que ustedes hagan su resumen ahora en Word y coloquen su punto de vista destacando los aspectos biológicos que el autor enumera para poder indicar el tipo de evolución que ha tenido el ratón desde su inicio hasta estos días.

Trae tu resumen impreso y en formato electrónico en una USB ya que lo usaremos.

Texto en digital:
http://es.scribd.com/doc/102795147/Homenaje-biologico-a-Mickey-Mouse

Escaneado del libro:
http://es.scribd.com/doc/49617609/Homenaje-Biologico-a-Mickey-Mouse

Homenaje biológico a Mickey Mouse

Enlace al video original Steamboat Willie - de 1928

http://youtu.be/BBgghnQF6E4

jueves, 26 de enero de 2012

LOS DUNKERS:UN CASO DE DERIVA GENETICA


I.- Lectura sobre la deriva génica.

II.- Simulador de deriva génica. Realizar cuatro simulaciones  

  1. una con una  población de 1000 individuos
  2. dos con una población de 100 individuos
  3. una con una población de 20 individuo

Copiar la pantalla y pegar la foto en el cuaderno con los resultados.

Efecto Fundador


Efecto Cuello de botella


III.- Lectura,  caso aplicado Los dunkers

La deriva génica

Se ha mencionado que en una población la frecuencia de los alelos permanecerá constante bajo ciertas condiciones, según se deduce de la ley de Hardy - Weinberg. Una de las principales excepciones al cumplimiento de dicha ley, es el tamaño de la población. Por ejemplo, si por una razón desconocida una parte de la población se aísla del resto, resulta difícil que la proporción de los alelos sea idéntica a la de la población original.
En una población pequeña, la influencia del azar en los apareamientos puede hacer que la frecuencia génica de algún alelo de la generación siguiente sea mayor o menor que en la generación precedente y resulta probable que en una sucesión de varias generaciones, las desviaciones en éstas pequeñas muestras se acumulen. Esta deriva génica aleatoria puede permitir que los genes que antes eran variables, lleguen a fijarse; uno u otro de los alelos presentes en la población original terminará en condición homocigótica en todos los individuos de la muestra, mientras que el otro desaparecerá.
Desde luego, las presiones de selección resultarán menos eficaces conforme el tamaño de la población disminuya y las fluctuaciones fortuitas de la frecuencia de los genes se incremente. A través de la deriva génica los alelos favorecidos pueden fijarse. En las poblaciones grandes, aún las más pequeñas ventajas y desventajas selectivas se harán efectivas a través del tiempo, pero para superar el factor aleatorio en las poblaciones pequeñas, se requiere de una selección mucho más rigurosa.
Uno de los estudios más interesantes es el realizado por Steinberg entre los Huteritas. Los Huteritas constituyen una secta religiosa originaria de Suiza, de donde emigraron a Rusia y de allí a USA, donde hay colonias prácticamente cerradas reproductivamente en Dakota y Montana. En estas colonias, el grupo sanguíneo O se encuentra presente en el 29% de los individuos, mientras que en las poblaciones europeas y americanas tiene una abundancia de 40%: El grupo sanguíneo A tiene una frecuencia de 43%; superior al 30 – 40% en europeos y americanos. El grupo sanguíneo B, llega en dos de las colonias estudiadas a 0%.
La deriva génica es más importante y radical en el caso del “Principio del Fundador, que ocurre cuando una población se establece a partir de unos pocos fundadores, que poseen solo unos cuantos alelos de la poza genética original de la especie, por lo que tal población resultante genera individuos de gran uniformidad genotípica. Estos casos se presentan cuanto pocos individuos, o incluso una sola hembra preñada colonizan hábitats nuevos, o cuando unos cuantos sobrevivientes a una situación devastadora (situación llamada de “Cuello de Botella”), recolonizan su hábitat.
La importancia evolutiva de éste fenómeno es grande, ya que a través de la deriva génica se presentan procesos de especiación. Es muy posible que en lugares como el archipiélago de las Galápagos, la diversidad de especies de una isla a otra se deba a éste proceso.

LOS DUNKERS:UN CASO DE DERIVA GENETICA
H. BENTLEY GLASS
Ademàs de la selecciòn natural existe otro factora que origina diferencias raciales: la deriva genètica. Este es uno de los pocos casos en que ha podido estudiarse con facilidad su acción.
Los Dunkers, una pequeña y sencilla secta religiosa instalada, originalmente al Este de Pennsylvania, poseen una característica de gran interés para los genetìstas humanos. Son un grupo genèticamente aislado en medio de una comunidad mucho mayor, debido a unas costumbres matrimonialaes muy estrictas. Sus creencias les han mantenido aislados durantes más de dos siglos. Milton S. Sacks, director del Baltimore Rh-Typing Laboratory, y yo, nos fijamos en ellos cuando buscábamos un grupo en el que estudiar cómo surgieron los actuales grupos sanguineos y otras diferencias hereditarias en las poblaciones humanas. No sólo resultaban ideales para el estudio, sino que presentaban otras muchas cuestiones dignas de investigación. En ellos se puede observar la forma en que aparecieron y se establecieron, en poblaciones pequeñas, diferencias raciales que, en la actualidad, distinguen a millones de hombres.
Durante veinte años, los antropólogos y los genetistas se han ido convenciendo de la importancia que tiene el tamaño de la población en proceso evolutivo. En la prehistoria, cuando el hombre se dedicaba a la caza y a la recolección, el mundo estaba muy escasamente poblado. Las tribus cazadoras nunca son grandes -como máximo 1,000 personas- y cada tribu debe disponer de un territorio bastante amplio con el fin de asegurarse la comida y el vestido. Para mantener intactos el territorio y la tribu, las primitivas costumbres sociales incluyen desde la simple evitación de los forasteros hasta una hostilidad activa, caza de cabezas y canibalismo. Estas costumbres tienden a mantener la tribu como grupo cerrado y hacen que los matrimonios entre miembros de distintas tribus sean muy escasos. En este período de la historia humana es cuando debieron aparecer y fijarse las diferencias raciales.
Probablemente, estos caracteres se establecieron por selección natural o por deriva genética, término que explicaremos a continuación.
En las poblaciones grandes, los cambios en direcciones opuestas tienden a equilibrarse -por ejemplo, suele haber tantos niños como niñas- y lo normal es que la frecuencia de un rasgo genético determinado se repita generación tras generación. Pero en las poblaciones pequeñas existe una mayor fluctuación. Por ejemplo, no es normal que una familia concreta tenga igual número de niños que de niñas, y cierto número de familias tendrá sólo niños o sólo niñas. En una población pequeña, en la que la proporción inicial de ojos pardos sea igual que la de ojos azules, la siguiente generación puede presentar un 45 por 100 de ojos pardos y un 55 de ojos azules. Según las leyes de la Genética, esta proporción debería repetirse en las siguientes generaciones. Sin embargo, la siguiente generación puede recuperar la relación 50-50 o pasar a un 40 por 100 de ojos pardos y un 60 por 100 de ojos azules.
Si sucede esto último, el cambio proseguirá en las generaciones sucesivas y a este cambio acumulativo, producto del azar, es a lo que llamamos deriva genética. El fenómeno puede continuar hasta que toda la población tenga ojos azules o pardos. Suceda lo que suceda, una vez que se ha llegado a este resultado, es difícil volver atrás. En este punto, el carácter queda fijado hasta que aparezca una mutación en el gen determinante del color de los ojos. La probabilidad de que esto suceda en una población pequeña es muy baja, ya que un gen aislado sólo suele mutar una de cada 100,000 o incluso una de cada millón de veces.
En la actualidad es difícil seguir el funcionamiento de la deriva genética. Se ha observado que algunos pueblos primitivos actuales presentan fuertes diferencias en sus caracteres hereditarios. Los esquimales de Thule, al Norte de Groenlandia, donde se está construyendo una base aérea , tiene una frecuencia del gen determinante del grupo sanguineo O (83,7 por 100) más elevada que otros grupos de esquimales; mientras que la frecuencia del gen determinante del grupo A es más baja (9 por 100). Por vivir muy al Norte, es raro que estos esquimales se mezclen con las comunidades que viven más al Sur, cuya población es más numerosa. La tribu del Thule se compone de sólo 57 personas. Aunque sus diferencias se deban probablemente a la deriva genética, no se puede descartar la posibilidad de que la selección natural haya ejercido en el Norte una presión más fuerte que en el Sur, donde las condiciones son más suaves.
Un caso similar es el de los aborígenes del Sur de Australia, donde Joseph B. Birdsell, de la Universidad de California, en Los Angeles, ha estado estudiando los caracteres hereditarios durante más de diez años. Entre las tribus que viven en el desierto del Sur de Australia están los Pitjandjara, que presentan una frecuencia del gen determinante del grupo sanguineo A superior al 45 por 100. Más al oeste vive una tribu del mismo grupo racial que presenta una frecuencia mucho más baja del mismo gen (27,7 por 100); al este vive una tribu que no parece emparentada con éstas, con una frecuencia aún más baja del gen para el grupo A (del 20 al 25 por 100). Estas tres tribus tienen una frecuencia muy similar del gen determinante del grupo sanguíneo MN. Esta situación parece consecuencia de la deriva genética, ya que en poblaciones pequeñas no es probable que el azar influya de la misma forma sobre genes independientes. Pero aquí también resulta imposible demostrar que la deriva genética es el verdadero responsable. Cada tribu tiene su propio territorio, costumbres y formas de vida, ligeramente diferentes de los que las otras: ¿Quién puede decir que no ha sido la selección natural, en un ambiente concreto, la que ha favorecido el notable aumento del grupo sanguineo A en los Pitjandjara?
Para la difícil tarea de comprobar el efecto de la deriva genética sobre la frecuencia de las diferentes formas alélicas, haría falta una comunidad pequeña de origen conocido que viviera lo más independientemente posible en el seño de una civilización mayor. Después de discutir el asunto, Sacks y yo coincidimos en que ciertas sectas religiosas de origen alemán que emigraron a los Estados Unidos en los siglos XVIII y XIX cumplían estos requisitos. Estas sectas no sólo mantienen unas reglas matrimoniales muy estrictas, sino que además conocemos perfectamente su origen racial. Esto nos permite establecer comparaciones, ya que también conocemos la composición genética actual de su tierra natal. Además, se encuentran aislados en el seno de una población mucho mayor, lo que nos proporciona un criterio de comparación aún más importante. Si la selección natural o los matrimonios mixtos hubieran influido en sus frecuencias génicas, estas frecuencias, inicialmente similares a las de su tierra, se parecerían ahora a las que caracterizan a la población que actualmente les rodea. Pero si aparecieran algunas diferencias muy acusadas, no se podrían achacar a la selección natural, sino a la deriva genética.
Tras realizar una pequeña exploración, se eligió una comunidad Dunker en el Condado de Franklin, Pennsylvania. En esta elec ción tuvo una parte nada despreciable Charles Hess, un joven dunker, investigador médico de la Universidad de Maryland, que se interesó por el proyecto y proporcionó una valiosísima ayuda en la obtención de información y muestras de sangre, además de conseguir la cooperación de los Dunkers, sin la cual hubiera sido imposible llevar a cabo el estudio.
La secta Dunker, formalmente conocida como la Hermandad Baptista Alemana, fue fundada en 1708 en la provincia de Hess, apareciendo un segundo centroen Krefeld, Renania. Entre 1719 y 1729, unas 20 familias de este último lugar y 30 del primero, que constituían la totalidad de la secta, se trasladaron al Nuevo Mundo, instalándose en los alrededores de Germantown, Pennsylvania. Durante el siglo siguiente, su número se duplicó, siendo casi todos ellos descendientes de las cincuenta familias originales. Casarse con personas ajenas a esta iglesía constituye una grave falta para sus miembros, que acarrea el abandono voluntario o la expulsión de la comunidad. En 1882, la secta contaba ya con 58,000 miembros y se había extendido hasta la costa del Pacífico. Durante este desplazamiento hacia la frontera, el número de miembros de los grupos de Pennsylvania se mantuvo bastante estable. La comunidad del Condado de Franklin (la Iglesia Atietam) no parece que constara de más de unos pocos centeneares de personas hasta 1882.
En este año, un cisma dividió la iglesia y redujo aún más el tamaño de ésta y de otras comunidades. Durante algún tiempo había habido diferencias entre los que querían mantener todos los viejos dogmas de la secta y los que descaban una cierta relajación de las normas más restrictivas, referentes al bautismo, lavado de los pies, fiestas amorosas, tocados de cabeza femeninos, ropas masculinas y similares. Al final, una clara ruptura separó del núcleo principal a la Vieja Orden y a un Grupo Progresivo, que continuaron formando la actual iglesia de la Hermandad. La comunidad del Condado de Franklin que nosotros estudiamos permanecía en la Vieja Orden, que en la actualidad cuenta con sólo tres mil personas, repatidas en 55 comunidades por toda la región.
En las manifestaciones más visibles, los Dunkers del Condado de Franklin llevan la misma vida que sus vecinos. La mayoría de ellos son granjeros, aunque algunos se han trasladado a las dos únicas ciudades de cierto tamaño que hay en el condado. Poseen coches y maquinaria agrícola; La mayoría tienen casas de madera, modestas pero confortables; su comida es típicamente americana; los niños asisten a la escuela pública; reciben una buena asistencia médica. Sus ropas no son tan especiales como, por ejemplo, las de la secta de los Amish, Excepto por su ferviente adhesión a su religión, los Dunkers son típicos americanos rurales y pueblerinos. En el aspecto matrimonial, la comunidad no es absolutamente cerrada. En las tres últimas generaciones, un 13 por 100 de los matrimonios tuvieron lugar con miembros de otras comunidades de la Vieja Orden, y un 24 por 100 conconversos, factor que hemos tenido en cuenta en nuestro estudio. Así pues en cada generación, algo más del 12 por 100 de los padres de la comunidad procedían de la población general. La fuerza igualadora de este ~flujo genético~ procedente del exterior tendería, evidentemente, a hacer que los Dunkers se parecieran al resto de la gente en su constitución genética. Los efectos de la deriva genética, para poder observarse, tendrían que ser lo suficientemente grandes como para vencer esta tendencia igualadora. En conjunto, la comunidad cuenta actualmente con 298 personas, 350 si se cuentan los niños que han abandonado la iglesia. Durante varias generaciones, el número de padres ha sido de alrededor de 90. Este es exactamente el tipo de población pequeña y aislada en donde se puede esperar que actúe el fenómeno de la deriva genética.
Las características que decidimos estudiar en el grupo Dunker se limitaban a aquellas que tienen un tipo de herencia bien conocido,en las que las formas alternativas son inconfundibles, estables y, por lo que sabemos, no adaptativas. Disponíamos de las frecuencias que estas características presentan en las poblaciones de Alemania Occidental y los blancos de Norteamérica, o al menos de estos últimos. Se podían hacer comparaciones de las frecuencias de los cuatro grupos sanguíneos del sistema ABO (O, AB, A y B)y de los tres tipos del sistema MN (M. MN y N). También disponíamos de datos sobre los grupos sanguíneos Rh. Aunque no conocíamos la frecuencia de estos grupos en Alemania Occidental, se han estudiado en otros pueblos europeos, en especial Inglaterra, y resulta evidente que todos los europeos occidentales son muy similares en este aspecto. Se examinaron otros cuatro caracteres que permitían comparar a los Dunkers con la población americana que los rodeaba. Estos caracteres eran: 1) la presencia o ausencia de pelos en el segmento medio de uno o más dedos; 2) hiperextensibilidad distal del pulgar, o capacidad de extender el dedo pulgar hasta formar un ángulo de más de 50 grados con el segmento basal metacarpiano; 3) la disposición del lobulo de la oreja, que puede estar suelto o pegado a la cabeza; y 4) la condición de diestros o zurdos.
Los resultados fueron muy claros. Demuestran que en la mayoría de estos factores los Dunkers no se parecen ni a los alemanes occidentales ni a los americanos que los rodean, ni tampoco constituyen un grupo intermedio. Por el contrario, las frecuencias de cada carácter se han desviado hacia un estremo o hacia otro. Mientras que en los Estados Unidos la frecuencia del grupo sanguíneo A es del 40 por 100 y en Alemania Occidental es del 45, entre los Dunkers asciende a casi un 60 por 100, en lugar de tener un valor intermedio como sucedería si no hubiera deriva genética. Por otra parte, las frecuencias de los grupos B y AB que, en conjunto, constituyen aproximadamente un 15 por 100 en cada una de las dos poblaciones principales, descienden en los Dunkers hasta poco más del 5 por 100. Estas diferencias resultan significativas y no se parecen a nada de lo que se conoce en ningún grupo racial de origen europeo occidental. Habría que recurrir a los indios americanos, a los polinesios o a los esquimales para encontrar algo similar. Se comprobó la genealogía de las doce personas que tenían grupos B o AB, con el fin de averiguar si el gen B lo habían heredado de la misma comunidad. Sólo uno de ellos había heredado este factor sanguíneo de un antepasado Dunker de la comunidad de Franklin; todos los demás lo habían heredado de conversos o de miembros de otras comunidades Dunkers. Evidentemente, este gen estaba casi extinguido en el grupo antes de su reciente introducción.
Los tres grupos MN presentaron tendencias aún más inesperadas. Estos tipos tienen frecuencias casi idénticas en Alemania Occidental y en los Estados Unidos: 30 por 100 para el tipo M, 50 por 100 para el MN y 20 por 100 para el N. En los Dunkers, el porcentaje de MN había descendido ligeramente, pero las frecuencias de los otros dos tipos se habían desviado de forma radical. El M había subido hasta 44,5 por 100, mientras que el N había descendido a un 13,5. Habría que ir hasta el Oriente Próximo o buscar en Finlandia, Rusia, o el Cáucaso para encontrar grupos de raza blanca con esta distribución. Solamente en los grupos Rh los Dunkers no se diferenciaban mucho de su estirpe parental ni de su tierra adoptiva. Los Dunkers presentaban un 11 por 100 de individuos Rh-negativos, frente al 15 por 100 aproximado que aparece en las poblaciones inglesa y americana.
De todas las demás comparaciones de caracteres se desprenden conclusiones casi igual de notables. Sin entrar en detalles, los Dunkers presentan menos personas con pelo en el segmento medio de los dedos, menos pulgares hiperextensibles y menos lóbulos de la oreja pegados que las demás comunidades norteamericanas. Sólo en el carácter diestro-zurdo, como sucedía con los grupos Rh, coinciden con las poblaciones utilizadas para la comparación. No parece haber explicación para estas combinaciones de caracteres hereditarios, excepto la suposición de que ha tenido lugar una deriva genética. Para remachar el asunto, dividimos a los Dunkers en tres grupos, según las edades: de 3 a 27 años, de 28 a 55 y de 56 en adelante, correspondientes, aproximadamente, a tres generaciones sucesivas. Al considerar las frecuencias de los grupos sanguíneos ABO, se comprobó que eran las mismas en las tres generaciones. De esto se deduce que la peculiar distribución de estos grupos era ya estable antes de que nacieran todos los individuos que viven actualmente. Sin embargo, realizando el mismo análisis con los grupos MN, obtuvimos resultados muy diferentes. En la generación más vieja, los genes M y N presentaban exactamente la misma frecuencia que en la población exterior. En la segunda generación, la frecuencia del grupo M había subido al 66 por 100 y la del N había bajado al 34. En la tercera generación se acentuaba esta tendencia, llegando el M al 74 por 100 y descendiendo el N hasta el 26. Mientras que la frecuencia de otros genes permanecía sin alteraciones éstos, al parecer, estaban en plena deriva.
Consideremos el fenómeno con un poco más de atención. Estos ejemplos demuestran, sin duda, que la deriva genética tiene lugar en grupos humanos pequeños, con aislamiento reproductivo, en los que cada generación tiene menos de cien padres. En poblaciones dos o tres veces mayores, la deriva todavía funciona, aunque de manera más lenta. Este era el caso de las tribus humanas antes de la aparición de la agricultura. Por lo tanto, era inevitable que entre las distintas tribus se establecieran numerosas diferencias hereditarias de un tipo tal vez muy aparente, pero de poca importancia real. En mi opinión, que sin duda se puede discutir, la mayoría de las diferencias raciales hereditarias son de este tipo y no recibieron prácticamente ninguna ayuda de la selección natural.
Por supuesto, en un principio, la selección debió fijar algunos caracteres. Probablemente, la piel oscura constituye una ventaja biológica en los trópicos, mientras que la piel clara puede suponer una ventaja en las zonas menos iluminadas del norte. Lo mismo puede haber sucedido con el pelo rizado y el liso, con los ojos oscuros y los claros, y con otros caracteres similares. En un libro de reciente aparición, Races: A Study Of The Problems Of Race Formation in Man, escrito por Carleton S. Coon, Stanley M. Garn y Joseph B. Birdsell, se sugieren muchas posibilidades de este tipo. Al pensar en la carencia humana de pelo en muchas regiones donde un cuerpo más peludo ayudaría a mantenerse caliente, me siento bastante escéptico. Mi esceptisismo aumenta al buscar alguna ventaja sectiva al cabello rubio, -la característica física más distintiva presentada por los europeos-. Parece más probable que estos caracteres no supongan ninguna ventaja, ni en Europa ni en ninguna otra parte. Añadiría que si la selección hubiera eliminado a los rubios en todas las demás partes del mundo, mientras que en Europa se establecía un tipo rubio por deriva genética, éste podría haber persistido, extendiéndose a poblaciones mayores y dando lugar a la actual distribución racial del tipo caucasoide rubio o -nórdico-.
El estudio de la comunidad Dunker confirma la sospecha de muchos antropólogos de que la deriva genética ha provocado no pocas características raciales. Con el tiempo, nuevos estudios como el presente, así como el estudio de la mortalidad y fertilidad de formas hereditarias alternativas, pueden decirnos qué características raciales se establecieron debido a sus ventajas selectivas y cuáles deben su presencia exclusivamente al azar y a la deriva genética.
tomado de: http://academia.cch.unam.mx/wiki/biologia3y4/index.php/Lectura:_Los_Dunkers:_Un_caso_de_deriva_gen%C3%A8tica.

martes, 24 de enero de 2012

Principio de Hardy - Weinberg 2a parte


Principio de Hardy - Weinberg (continuación).


Recuerda que en la entrada anterior teníamos 6 condiciones ideales de las poblaciones que establecen el principio de Hardy-Weinberg (a,b,c,d, e y f).

Finalizaremos con la segunda parte del texto del CCH sur-

Se cita el caso de la fenilcetonuria. Estudia su característica desde el punto de vista del Principio de Hardy-Weinberg (PHW).

  • Datos de la Fenilcetonuria (relevantes). dos fuentes diferentes al menos.
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Hardy - Weinberg

La ecuación a la que ambos llegaron es un binomio cuadrado perfecto:

(p + q)^2\quad=p^2 + 2pq + q^2\quad=1 (Ecuación 1)
Lo que imaginaron es un par de alelos, uno de los cuales tiene la probabilidad de manifestarse p, mientras que el otro se manifiesta con una probabilidad q, el total de la población (equivalente a 1), estará definida por el total de individuos; es decir p + q. Si esta población se cruza aleatoriamente, se obtendría una matriz de (p + q)\; por\; (p + q) , lo que da (p + q)^2\quad
Supongamos el caso de un gen que tiene dos alelos: A y a con igual valor selectivo (ninguno tiene ventaja sobre el otro en cuanto a la posibilidad de supervivencia del individuo en un ambiente determinado). Si suponemos que el apareamiento es aleatorio; es decir, que no hay preferencia para aparearse con los portadores de A o a, entonces obtendríamos la siguiente tabla de fecundación entre espermatozoides y óvulos:

Figura 4. Tabla de fecundación entre spermatozoides y óvulos.






Lo que origina una composición genética para la siguiente generación:
q^2\quad (AA) + 2pq (Aa) + p^2\quad (aa) de acuerdo a la regla binominal.

En un ejemplo sencillo, de ninguna manera considerado poblacional realizado a partir de estudiantes de grupos académicos del CCH, podemos considerar la posibilidad de enrollar la lengua (hacerla "taquito", ver figura 5), [pregunta en tu familia quienes pueden realizar esta acción y anótalo]. Característica genética en donde la capacidad para enrollarla es dominante (A) sobre la incapacidad para hacerlo (a). El número de estudiantes que puede enrollar la lengua es de 365 contra 71 alumnos incapaces de hacerlo. Puesto que 1 se corresponde con el total de 436, 365 personas (p) con 0.85 (ya que por regla de tres, 436 es a 1 como 365 es a X; a su vez q = 1 - p, o sea q = 1 - 0.84 = 0.16

Figura 5. La capacidad para enrollar la lengua es dominante sobre la incapacidad de hacerlo.






Así tenemos:
(0.84)^2\quad + 2(0.84)(0.16) + (0.16)^2\quad= 1
0.7056 + 0.2688 + 0.0256 = 1
Lo cuál significa que en la siguiente generación de esta hipotética población, 70.56% de los hijos serían homocigotos dominantes, 26.88% serán heterocigotos y 2.56% van a ser homocigotos recesivos.
Dadas las condiciones ideales establecidas por Hardy - Weinberg, el significado de esto es que si siempre se cumplen tales condiciones, entonces la evolución no ocurriría. Por el contrario, si alguna de las condiciones no se cumple, entonces ocurren cambios en la frecuencia de los alelos que pueden llevar a procesos evolutivos. En general, las poblaciones viven constantemente bajo la acción de fuerzas opuestas; en ocasiones manteniéndose casi sin variaciones y cambiando en otras, promoviéndose así la evolución.

Continuación. de: 
Ley de Hardy-Weinberg

En genética de poblaciones, el principio de Hardy-Weinberg (PHW) (también equilibro de Hardy-Weinberg o ley de Hardy-Weinberg), que recibe su nombre de G. H. Hardy y Wilhelm Weinberg, establece que la composición genética de una población permanece en equilibrio mientras no actúe la selección natural ni ningún otro factor y no se produzca ninguna mutación. Es decir, la herencia mendeliana, por sí misma, no engendra cambio evolutivo.
En el lenguaje de la genética de poblaciones, la ley de Hardy-Weinberg afirma que, bajo ciertas condiciones, tras una generación de apareamiento al azar, las frecuencias de los genotipos de un locus individual se fijarán en un valor de equilibro particular. También especifica que esas frecuencias de equilibrio se pueden representar como una función sencilla de las frecuencias alélicas en ese locus. En el caso más sencillo, con un locus con dos alelos A y a, con frecuencias alélicas de p y q respectivamente, el PHW predice que la frecuencia genotípica para el homocigoto dominante AA es p2, la del heterocigoto Aa es 2pq y la del homocigoto recesivo aa, es q2. El principio de Hardy-Weinberg es una expresión de la noción de una población que está en "equilibrio genético", y es un principio básico de la genética de poblaciones.


Suposiciones

Las suposiciones originales del equilibrio de Hardy-Weinberg (EHW) eran que el organismo en consideración:

Sea diploide, y el carácter en consideración no esté en un cromosoma que tiene un número distinto de copias en cada sexo, como el cromosoma X en los humanos (es decir, que el carácter sea autosómico)

Se reproduzca sexualmente, bien monoicamente o dioicamente

Tenga generaciones discretas

Además, la población en consideración está idealizada, esto es:

Existe apareamiento aleatorio en la población

Tiene un tamaño infinito (o lo bastante grande para minimizar el efecto de la deriva genética)
Y no experimenta:


  • Selección
  • Mutación
  • Migración (flujo genético)

El primer grupo de suposiciones son un requisito de las matemáticas implicadas. Es relativamente sencillo expandir la definición del EHW para que incluya modificaciones de estas suposiciones, por ejemplo las de los caracteres ligados al sexo. Las otras suposiciones son inherentes al principio de Hardy-Weinberg.

Cuando se discuten varios factores, se utiliza una población de Hardy-Weinberg como referencia. No es sorprendente que estas poblaciones sean estáticas.
Derivación

Una mejor, aunque equivalente, descripción probabilística del PHW es que los alelos de la siguiente generación para cualquier individuo se eligen aleatoria e independientemente unos de otros. Consideremos dos alelos A y a con frecuencias en la población de p y q respectivamente. Las distintas maneras de formar nuevos genotipos se pueden derivar utilizando un cuadro de Punnett, por el que la fracción en cada celda





Las tres posibles frecuencias genotípicas finales de la descendencia son:
Estas frecuencias se llaman frecuencias de Hardy-Weinberg (o proporciones de Hardy-Weinberg). Esto se consigue en una generación, y solo hace falta suponer un apareamiento aleatorio en una población de tamaño infinito.
A veces una población se crea juntando machos y hembras con distintas frecuencias alélicas. En este caso, la suposición de una sola población queda violada hasta la siguiente generación, de manera que la primera generación no tendrá equilibrio de Hardy-Weinberg. Las generaciones sucesivas sí tendrán equilibrio de Hardy-Weinberg.

Ejemplo
A continuación se ejemplifica la ley de Hardy-Weinberg a partir de un ejemplo real: la enfermedad metabólica hereditaria fenilcetonuria. (Enlace introductorio).

Los niños con fenilcetonuria no pueden procesar la fenilalanina, un aminoácido de las proteínas, por lo que la fenilalanina se acumula en la sangre causando daños cerebrales y retraso mental. Esta enfermedad es provocada por un gen recesivo cuando se da una situación de homocigosis aa. Siendo p la frecuencia del alelo sano y q la del alelo "defectuoso", calcularemos la incidencia de los portadores de la combinación aa.
Los tres genotipos AA : Aa : aa aparecen en una relación p2 : 2pq : q2. Si las sumamos, obtenemos la unidad:
p2 + 2pq + q2 = (p + q) 2 = 1.
La frecuencia de los genotipos enfermos de fenilcetonuria es de un 0'0001, un valor correspondiente a q2. La frecuencia q del gen a será la raíz cuadrada de 0'0001, es decir, 0'01. La enfermedad tiene una incidencia de 1 cada 10.000 individuos, pero la frecuencia del gen es 100 veces mayor, 1 cada 100. Los genes a se encuentran en el par Aa con una frecuencia
2pq = 2q(1 - q) = 2· 0'01·(1 - 0'01) = 0'02.
Un 2% de los individuos de la población europea porta, por lo tanto, este gen, lo que da una idea de lo persistente que puede llegar a ser un gen recesivo manteniéndose "clandestino" en heterocigosidad.

jueves, 19 de enero de 2012

TEMA 1. Fuerzas evolutivas y sus consecuencias.

Lee este tema y realiza tu resumen en tu cuaderno. No olvides encontrar el significado de los nuevos términos en un diccionario, escribe tus dudas para resolverlas en clase. Analiza con detalle la figura 1. Si encuentras material adicional que lo complemente tráelo a clase.

Les dejo un enlace a otra lectura para una reflexión sobre el posible futuro de la educación en nuestro país.
El mercader de la educación 

TEMA 1. Fuerzas evolutivas y sus consecuencias.
Cuando los primeros europeos llegaron a Nueva Zelanda bajo el mando del capitán James Cook hacia 1769, se quedaron maravillados de la gran diversidad de únicas y maravillosas aves que vivían en la isla. Sir Joseph Bank, agregado científico escribió: “Encontramos la más dulce de las melodías emanando del bosque en un volumen tal, que concluimos que debía existir una gran diversidad de aves.” En efecto, muchas ni siquiera volaban, otras eran simples planeadoras, algunas eran gigantescas en comparación con sus familiares de otras partes del mundo; unas vivían sobre el piso y aún bajo tierra; y muchas se veían bastante distintas de sus parientes de otras zonas. Una especie con aspecto de avestruz medía tres metros de alto. Una gran cotorra verde había abandonado el bosque para vivir en la nieve de las montañas. Otra cotorra era incapaz de volar; ésta anidaba en el piso del bosque y trepaba ayudada de pico y garras hacia arriba y abajo de los árboles. Por su parte el Kiwi dejó de volar hacía tantos años, que es la única especie de ave que carece de cualquier evidencia de alas.
Aves de Nueva Zelanda
Historias semejantes se repiten en casi todos los lugares donde la civilización occidental llegó como colonizadora: África, Australia, América, así como diversas islas. Grandes viajeros como Alfred Wallace o el mismo Charles Darwin se basaron en sus observaciones a través del mundo para desarrollar sus teorías evolutivas. En efecto, la gran diversidad de especies existente en nuestro planeta es explicable únicamente teniendo como base los procesos evolutivos; la teoría evolutiva desarrollada en los últimos cien años, ha dado luz acerca de la manera como las especies se han diversificado a través de los eones transcurridos desde el surgimiento de la vida en la Tierra. A continuación estudiaremos tales procesos.
Selección natural.
Como se sabe, la Selección Natural es uno de los conceptos clave en la Teoría Darwiniana de la Evolución y que se conserva como tal en la Teoría Sintética de la Evolución. Una definición adecuada de Selección Natural es: “La presión que ejercen los factores del ambiente sobre las poblaciones, de manera que los individuos mejor adaptados persisten y se reproducen diferencialmente”. Ahora bien, los factores que realizan tal selección son básicamente ecológicos; nosotros les llamaremos mecanismos ecológicos de la evolución.
Dentro de los mecanismos ecológicos de la evolución podemos encontrar a una serie de factores como las interacciones interespecíficas: Competencia, Depredación, Parasitismo, Comensalismo, Protocooperación y Mutualismo. También los factores limitantes como el agua, el clima (temperatura y Precipitación pluvial), la salinidad, la topografía, altitud y latitud, la luz, el pH y otros, pueden en ciertos momentos convertirse en factores de selección al adquirir valores críticos. Para todos es claro que en general, los ecosistemas son estables, pero ya sea por eventos inesperados o cíclicos, el valor de estos factores puede incrementarse o disminuir drásticamente.
Ejemplo de estas situaciones lo son las nevadas ocasionales en las montañas aledañas al Valle de México, en donde durante el invierno la temperatura disminuye y algunas veces llega a depositarse nieve; esta situación es ocasional y a veces transcurren varios años sin que nieve.
Otro ejemplo de las variaciones estacionales es la falta de precipitación pluvial. Esta falta de agua reduce dramáticamente el aporte en los ecosistemas terrestres durante la época de sequìa; mientras que en los ecosistemas dulceacuícolas (lagos y lagunas), induce a un incremento en la salinidad y con frecuencia en el pH al reducirse el aporte de agua e incrementarse la evaporación.
En el caso de los factores bióticos (provocados por seres vivos), tenemos como ejemplo el caso reciente de un surgimiento de langostas en la Península de Yucatán. En efecto, estos insectos se reprodujeron sin freno durante varios meses y sus poblaciones alcanzaron niveles de plaga durante el invierno 2006-2007. Arrasaron cultivos, bosques y manglares. Algunas de las plantas, al quedar defoliadas (sin hojas), habrán muesto, pero otras seguramente habrán tenido la capacidad de recuperarse.
Así, tenemos que los procesos evolutivos pueden estar influenciados por el ambiente, tanto por sus factores abióticos como por sus factores bióticos. No obstante, estos son factores externos a la especie en cuestión. La presión de dichos factores sobre la población puede tener distintos resultados dependiendo de las opciones de respuesta que ésta. Al hablar de respuesta, no estamos hablando de una “voluntad”, simplemente queremos decir que si entre los genotipos (variabilidad genética) presentes en la población existen algunos que se adapten bien al ambiente cambiante, los individuos podrán perpetuarse; de no ser así, la población vería disminuir su densidad y podría llegar a extinguirse por lo menos localmente, o en su caso, totalmente.
Cuando los factores ecológicos de selección actúan sobre la población, lo que se está seleccionando son individuos, que podríamos considerar como equipos genéticos; es decir, los individuos que poseen alelos adecuados para sobrevivir en el ambiente local específico lograrán sobrevivir, mientras que los individuos con alelos inadecuados para tal sitio específico, serán eliminados. Por lo tanto, podemos decir que lo más importante para la población desde este punto de vista, es la diversidad genética. Así, tenemos como otro grupo de mecanismos de evolución a los factores genéticos promotores de variabilidad.
La selección natural constituye la consecuencia inevitable de ciertas características de las poblaciones que son: la variabilidad genética, la continuidad hereditaria, la capacidad de mutación, la capacidad de producir un gran número de descendientes, la integración del genotipo y las limitaciones del acervo o poza genética de una población. Teniendo en cuenta la variabilidad genética producida por la recombinaciòn, el entrecruzamiento y las mutaciones aleatorias, el nùmero potencial de tipos genéticamente distintos zigotos en una poblaciòn es enorme; de hecho se considera que una generaciòn es solo una muestra de esas posibles combinaciones. La interacción entre los organismos y su ambiente (es decir, la selecciòn), afectará inevitablemente la composición genética de dicha muestra.
Como puede verse, los mecanismos ecológicos de la evolución no dependen de la población en estudio, mientras que los mecanismos genéticos son propios o inherentes a la misma.
Así, la selección natural opera sobre todas las etapas del ciclo de vida de un organismo. Por ejemplo, en el caso del reino plantae opera desde la semilla hasta la planta adulta; en el caso de los animales opera desde el nivel de huevo hasta la edad madura. Además, la selección natural puede ser causa de reproducción diferencial de unidades biológicas y puede tener impacto en diversos niveles de organización, desde el nivel molecular hasta el de comunidad.
Con base en la definición que hemos adoptado de selección natural, un excelente ejercicio de síntesis para comprender este proceso consiste en considerar a los mecanismos ecológicos como vectores que inciden sobre un circulo que representa a la población. La población representada por el círculo, se ve presionada por los vectores externos y podría colapsarse ante la fuerza que empuja hacia el interior de no tener a su vez una presión interna.
La presión interna de la población está determinada por vectores que representan a los mecanismos genéticos de la evolución.
Es necesario aclarar que los vectores tanto internos como externos, pueden modificar su intensidad (debe recordarse que un vector tiene dirección e intensidad), de manera que una excesiva presión externa de algunos factores de selección puede inducir a una disminución en la densidad poblacional, ponerle en crisis e incluso llevarle a la extinción local e incluso total.
Podemos sintetizar lo antes mencionado en un esquema como el siguiente (figura 1), en el que los factores de selección no están agotados (en realidad, la lista de factores de presión puede ser muy grande):
Figura 1. Esquema de selección natural donde la población está representada por un círculo, el cuál se ve presionado por los factores del ambiente que seleccionan a los individuos. Los vectores representados en el interior de la población son los mecanismos genéticos de la evolución, que proveen de diversidad, la materia prima de la selección natural.
El esquema antes mencionado podríamos imaginarlo de lado y considerar un nuevo eje (z) que sería el tiempo, dando como resultado una especie de tubo (Figura 2). Bajo esa perspectiva, tendríamos que en la época reproductiva, la población crecería y el tubo se engrosaría momentáneamente; pero la presión de los factores de selección haría que la población disminuyera rápidamente hasta los niveles "normales", ya que mataría a los individuos no aptos para esa región particular.
Como ya se mencionó, dependiendo del ambiente, de las alternativas genéticas que la población presente, así como de su eficiencia en su ambiente, la selección natural puede actuar de manera diversa sobre las poblaciones (ver figura 2).
En algunos casos, se promueve la constancia genética, de modo que la especie prácticamente no cambie a través del tiempo; en este caso se dice que ocurre la selección normalizadora. Este tipo de selección es muy notable en especies que se han mantenido muy homogéneas a través del tiempo, como son los organismos pancrónicos (mal llamados "fósiles vivientes") como las cucarachas, cocodrilos, tortugas y tiburones, de los cuáles el registro fósil constata su aparente falta de evolución.
Figura 2. En este esquema consideramos a la población del esquema 1 vista de lado e insertamos el eje tiempo. Esto nos permitiría una vista dinámica de las poblaciones, pues en la época reproductiva, la población crecería para rápidamente volver a sus niveles "normales" al ser eliminados los individuos menos aptos de la población; tanto jóvenes, como viejos que no pueden proveerse de lo necesario o son atacados por la llamadas "malentidades", que incluyen predadores, parásitos y competidores.
También puede ocurrir que se presente una tendencia evolutiva que permanece constante durante períodos de tiempo considerable; en este caso se dice que ocurre la selección direccional. Un ejemplo puede ser la tendencia del hombre a la posición erecta, o el incremento en el tamaño del cráneo. La evolución del caballo para llegar al animal corredor del tamaño que actualmente conocemos es otro caso interesante.
Cuando por razones diversas una especie sufre cambios evolutivos súbitos en diferentes direcciones a través del tiempo geológico, se dice que ocurre la selección disruptiva o diversificadora. La evolución explosiva de mamíferos y aves a partir del final de cretácico (cuando desaparecieron los dinosaurios), son ejemplos típicos. Este tipo de selección, con frecuencia es índice de cambios ambientales drásticos y casi instantáneos.
Figura 3. Tipos de selección. En el caso de la selección disruptiva, se entiende que después del segundo punto de quiebra de la curva, cuando adquiere una pendiente de 45°, puede generarse una variedad de líneas o diversidad de especies nuevas.











Principio de Hardy - Weinberg

Como sabes, la capacidad de abstracción es una característica típicamente humana. Nosotros podemos imaginar múltiples condiciones para un solo evento; muchos avances científicos han tenido como punto de partida la abstracciòn de un fenómeno en condiciones ideales: el comportamiento de los gases, las ecuaciones del movimiento pendular, las del movimiento rectílineo uniforme, etc. El campo de la biología no es la excepción; en el año 1907, dos investigadores, cada uno por su lado, se preguntaron si era posible predecir la frecuencia de los alelos de determinado gen en una población. En efecto, el físico alemán W. Weinberg y el matemático inglés G. H: Hardy se hicieron la misma pregunta; lógicamente, procedieron a la abstracción y lograron deducir ecuaciones que permiten hacer la predicción de la frecuencia de los alelos de un gen en una población, pero bajo condiciones ideales.
Las condiciones ideales que ellos consideraron son muy poco frecuentes en la naturaleza, aunque brindan un acercamiento interesante a la realidad, ya que en ausencia de otras fuerzas, las frecuencias relativas de los alelos permanecerán constantes en la población. Tales condiciones para dicha población ideal son:
a) Que la población sea numéricamente grande; casi infinita.
b) Que los alelos no muten uno en otro o que no aparezcan mutaciones nuevas para el gen en cuestión, o que la frecuencia de mutación sea muy baja.
c) Que no exista selección diferencial entre los alelos.
d) Que no haya emigración ni inmigración.
e) Que el apareamiento sea aleatorio.
f) Que ambos alelos tengan el mismo valor selectivo.
La ecuación a la que ambos llegaron es un binomio cuadrado perfecto:
(p + q)^2\quad=p^2 + 2pq + q^2\quad=1 (Ecuación 1)
Lo que imaginaron es un par de alelos, uno de los cuales tiene la probabilidad de manifestarse p, mientras que el otro se manifiesta con una probabilidad q, el total de la población (equivalente a 1), estará definida por el total de individuos; es decir p + q. Si esta población se cruza aleatoriamente, se obtendría una matriz de (p + q)\; por\; (p + q) , lo que da (p + q)^2\quad
Supongamos el caso de un gen que tiene dos alelos: A y a con igual valor selectivo (ninguno tiene ventaja sobre el otro en cuanto a la posibilidad de supervivencia del individuo en un ambiente determinado). Si suponemos que el apareamiento es aleatorio; es decir, que no hay preferencia para aparearse con los portadores de A o a, entonces obtendríamos la siguiente tabla de fecundación entre espermatozoides y óvulos:

Figura 4. Tabla de fecundación entre espermatozoides y óvulos.

Lo que origina una composición genética para la siguiente generación:
q^2\quad (AA) + 2pq (Aa) + p^2\quad (aa) de acuerdo a la regla binominal.

En un ejemplo sencillo, de ninguna manera considerado poblacional realizado a partir de estudiantes de grupos académicos del CCH, podemos considerar la posibilidad de enrollar la lengua (hacerla "taquito", ver figura 5), característica genética en donde la capacidad para enrollarla es dominante (A) sobre la incapacidad para hacerlo (a). El número de estudiantes que puede enrollar la lengua es de 365 contra 71 alumnos incapaces de hacerlo. Puesto que 1 se corresponde con el total de 436, 365 personas (p) con 0.85 (ya que por regla de tres, 436 es a 1 como 365 es a X; a su vez q = 1 - p, o sea q = 1 - 0.84 = 0.16

Figura 5. La capacidad para enrollar la lengua es dominante sobre la incapacidad de hacerlo.

Así tenemos:
(0.84)^2\quad + 2(0.84)(0.16) + (0.16)^2\quad= 1
0.7056 + 0.2688 + 0.0256 = 1
Lo cuál significa que en la siguiente generación de esta hipotética población, 70.56% de los hijos serían homocigotos dominantes, 26.88% serán heterocigotos y 2.56% van a ser homocigotos recesivos.
Dadas las condiciones ideales establecidas por Hardy - Weinberg, el significado de esto es que si siempre se cumplen tales condiciones, entonces la evolución no ocurriría. Por el contrario, si alguna de las condiciones no se cumple, entonces ocurren cambios en la frecuencia de los alelos que pueden llevar a procesos evolutivos. En general, las poblaciones viven constantemente bajo la acción de fuerzas opuestas; en ocasiones manteniéndose casi sin variaciones y cambiando en otras, promoviéndose así la evolución.
Tomado de:
http://academia.cch.unam.mx/wiki/biologia3y4/index.php/Tema_1._Fuerzas_evolutivas_y_sus_consecuencias

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Evolución en la tierra
http://www.johnkyrk.com/evolution.html